Mark Twain (1835-1910) Escritor y periodista estadounidense.
Ayer, domingo 5 de mayo de 2012, se proclamó ganador en las elecciones a la Presidencia de la República Francesa el socialista François Hollande, con un 51,7% de los votos, sobre el 48,3% que consiguió Nicolas Sarkozy.
No es el objetivo de este blog el realizar análisis políticos, pero si
hablar sobre la comunicación y su impacto.
Pues bien, en los próximos días los analistas políticos nos darán sus impresiones
sobre esta campaña, pero ya les anticipo que el hecho diferencial de la misma,
y que ha provocado que Hollande ganase, ha sido el debate que se realizó entre
ambos candidatos el pasado miércoles 2 de mayo, y ese es el tema del que en
esta ocasión les voy a hablar.
El resumen, tal como lo reflejaba el Diario El País el día 3 de mayo es que fue “un
debate denso, tenso e intenso, apasionante a ratos, lleno de datos y de
contenido económico, que reflejó la diferencia de estilos, soluciones y
visiones del mundo.”.
Hasta entonces Sarkozy iba por detrás en los sondeos, y su estrategia
fue mostrarse agresivo, faltón y enérgico, y por su parte Hollande aguantó los
embates con educación, con ironía, firmeza y serenidad, apuntándose los mejores
golpes.
Hollande defendió con más convicción que Sarkozy sus ideas y atacó
eficazmente el punto débil del Presidente Sarkozy, que era su gestión. El momento definitivo del debate, y que en mi
opinión marcó la diferencia en el debate fue cuando Hollande le dijo a Sarkozy
que “usted defiende a los más privilegiados, y yo defiendo a los niños de la
República”; “Hay una diferencia entre
nosotros”, replicó Sarkozy, “yo quiero menos pobres y usted quiere menos ricos”,
y Hollande remató “pues ahora hay mas pobres y los ricos son más ricos”. Esta frase fue definitiva e hizo ganar las
elecciones a Hollande.
El ritmo de Hollande fue incrementándose, desde una salida que parecía
dubitativa y que fue cogiendo cada vez mas fuerza. En cambio Sarkozy se defendió con habilidad,
interrumpiendo a Hollande en algunos momentos, tratando de presentar a su
oponente como un dirigente inexperto, mentiroso e intolerante; pero su ritmo
fue decayendo en la medida en que Hollande se iba afianzando.
Con respeto al debate, he de decir que fue respetuoso en los turnos, y
los moderadores casi no tuvieron presencia.
Se trataron los temas en profundidad y con datos, exponiendo con
claridad los argumentos y manejando perfectamente los tiempos. Nada que ver con los debates que hemos tenido
hasta la fecha en España.
Vamos a aprovechar para recordar las técnicas del debate. En principio hemos de decir que el debate es
un proceso de comunicación en el que se interactúa con al menos otro
interlocutor, y en el que se transmite información entre ambos y se contrastan
las ideas después de recibirlas y analizarlas.
Normalmente se presentarán argumentos opuestos sobre una proposición.
La estructura del debate habitualmente se pacta, pero la regla común
será la siguiente:
- 4 minutos de exposición inicial.
- 5 minutos de refutación.
- 5 minutos de contra refutación.
- 3 minutos de conclusión.
Para debatir eficazmente deberemos tener en cuenta los siguientes
puntos:
- Tratar temas de interés (polémicos, culturales, impactantes, de actualidad, etc.).
- Mantener la atención del público. El público es esencial, así que debemos utilizar todos los recursos para que esté interesado y atento en todo momento:
- Buscando conexiones entre los temas y el público.
- Poniendo al público en situación mediante ejemplos sencillos.
- Utilizando citas de personajes relevantes.
- Con toques de humor.
- Con noticias de impacto.
- Con lenguaje visual, mediante gráficos e imágenes.
- Mediante la adecuación de nuestro mensaje oral y corporal.
- Y sobre todo mostrando mucha seguridad al hablar.
- Utilizar un excelente mensaje oral y una expresión corporal adecuada.
- La información que traslademos debe ser real y fiable, y preparada por nosotros, evitando hacer nuestra la información de otras fuentes.
- Mostrar respeto hacia nuestros oponentes, el público, y los moderadores.
- Hemos de proyectar la voz de forma correcta.
- La entonación será fundamental, no solo en las frases enunciativas.
- Enfatizar las frases importantes, y variar la velocidad para manejar el ritmo.
- Los silencios y pausas deben ser pocas, por la escasez de tiempo, pero hay que usarlas.
- Nunca hemos de dudar al hablar, y hemos de trasladar al público nuestra seguridad en lo que decimos.
- Hay que respetar los turnos de palabra.
- Utilizar frases cortas.
- Evitar palabras extranjeras, tecnicismos o siglas.
- Redondear las cifras.
- Controlar la velocidad de nuestros movimientos.
- Será fundamental mantener el contacto visual, con nuestro oponente o con el público, en función de a quién estemos hablando.
- Tendremos que gesticular adecuadamente, variando los movimientos, siendo comedido en los mismos, evitando los signos de nerviosismo, y utilizándolos para completar nuestro mensaje oral.
- Deben adecuarse a la expresión de nuestros sentimientos.
- Hay que mostrarse abierto al público.
- Hemos de evitar la lectura.
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