Discurso de Al Pacino en la película “un domingo
cualquiera”.
“Vais
a ver a un tío que se sacrificará por este equipo.
Porque sabe que cuando llegue la ocasión,
vosotros haréis lo mismo por él.
Eso es un equipo caballeros.”
Al Pacino “Un domingo cualquiera”
“No sé qué decir en realidad.
Tres minutos para la mayor batalla de
nuestras vidas profesionales.
Todo se reduce a hoy.
O jugamos como equipo, o nos desmoronamos.
Jugada a jugada, pulgada a pulgada, hasta el final.
Ahora estamos en el infierno, caballeros.
Creedme, y, o nos quedamos aquí, dejándonos machacar,
o luchamos por volver a la luz.
Podemos salir del infierno,
pulgada a pulgada.
Yo no puedo hacerlo por vosotros, soy muy viejo.
Miro alrededor y veo esas jóvenes caras y pienso, pienso,
he cometido todos los errores que un hombre de mediana edad
puede cometer.
He, he despilfarrado todo mi dinero, podéis creerlo.
He echado de mi vida a todo el que me ha amado.
Y últimamente, ni siquiera soporto la cara que veo en el
espejo.
Mirad, cuando te haces mayor, en la vida hay cosas que se van,
vamos, eso es parte de la vida.
Pero solo aprecias eso, cuando empiezas a perder esas cosas.
Descubres que la vida, es cuestión de pulgadas.
Así es el fútbol.
Porque en cada juego, la vida o el fútbol, el margen de error
es muy pequeño.
Medio segundo más lento o más rápido, y no llegas a pasarla.
Medio segundo más lento o más rápido, y no llegas a cogerla.
Las pulgadas que necesitamos están a nuestro alrededor.
Están en cada momento del juego, en cada minuto, en cada
segundo.
En este equipo luchamos por ese terreno.
En este equipo nos dejamos el pellejo nosotros y cada uno de
los demás,
por esa pulgada que se gana.
Porque cuando sumamos una tras otra,
porque sabemos que si sumamos esas pulgadas,
eso es lo que va a marcar la puta diferencia entre ganar o
perder.
Entre vivir o morir.
Os diré una cosa, en cada lucha aquél que va a muerte,
es el que gana ese terreno.
Y sé que si queda vida en mí,
es porque aún quiero luchar y morir por esa pulgada.
Porque vivir consiste en eso.
Las seis pulgadas frente a vuestras caras.
Yo no puedo convenceros que lo hagáis,
pero tenéis que mirar al que tenéis a vuestro lado,
mirarle a los ojos.
Creo que vais a ver a un tío dispuesto a ganarla con vosotros.
Vais a ver a un tío que se sacrificará por este equipo.
Porque sabe que cuando llegue la ocasión,
vosotros haréis lo mismo por él.
Eso es un equipo caballeros.
Y, o nos curamos ahora como equipo,
o moriremos como individuos.
Eso es el fútbol chicos.
Eso es todo lo que es.
Ahora, ¿qué vais a hacer?”
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