domingo, 11 de enero de 2015

Si te equivocas, pide perdón.

“De hombres es equivocarse; de locos persistir en el error.”
Marco Tulio Cicerón (jurista, político, filósofo, escritor y orador romano; 106 a.C.-43 a.C.)
A todos nos ha ocurrido alguna vez, el meter la pata.  Es normal, como humanos nos equivocamos, pero nuestra reacción ante ese error es lo que va a dar la medida de nuestra grandeza, o como decía Marco Tulio Cicerón, de nuestra locura.
Podremos intentar ocultar el error, o incluso engañar o desviar la atención hacia otras cuestiones u otras personas.  Hasta podremos echar la culpa a otros de nuestra equivocación.  Quien no ha tenido que soportar en sus carnes el error cometido por su jefe, unas veces siendo consciente de ello y muchas otras sin que lleguemos a enterarnos.
Pero lo que no es normal, y de ahí su importancia, es que demos un paso al frente y asumamos nuestro error.  Y más raro todavía es que lo hagamos con tanta elegancia y con tanta gracia como lo ha hecho Canal Sur en estas navidades.


En esta ocasión os voy a hablar de las “no campanadas” de Canal Sur.
En las Navidades de este pasado año 2014, como en todas las anteriores, todas las cadenas de televisión españolas peleaban por ganar televidentes a la hora de dar las campanadas.  Es el momento del año en que los anunciantes pugnan por ser el último anuncio del año o el primero del siguiente año.  De hecho son los anuncios más caros.
Por otra parte, todos los españoles nos ponemos delante de la televisión con nuestras uvas, para comernos acompasadamente una uva al son de cada campanada.  Pensando quizás, que esta tradición nos va a ayudar a entrar en el nuevo año con mejor paso, y esperando a la doceava campanada para besar y abrazar a quien nos acompaña, deseándole un feliz año nuevo.  Muchas expectativas puestas en estos doce toques de campana.
En esta ocasión Canal Sur se equivocó y cortó en hasta en dos ocasiones las campanadas.  En la primera ocasión solo dio la segunda y le tercera campanadas, reanudándolo en la novena y así finalizando las campanadas.  Los presentadores ni se enteraron de lo ocurrido.
Fue el hazmerreír de todas las televisiones, que lo repitieron sin cesar.  Las redes sociales también ayudaron en la difusión, siendo Twitter el más sensible a este fiasco.  Y también en YouTube fue difundido en diferentes videos, aportando también los propios andaluces (con mucha gracia por cierto) sus propios vídeos que reflejan su reacción ante tal situación.




Lo sorprendente como os comentaba fue la reacción de Canal Sur, que con una impecable puesta en escena y riéndose de ellos mismos, colocó a dos directivos de la cadena para pedir perdón por escandaloso error y por su repercusión en los andaluces.
El director comercial y de nuevos proyectos Manuel Jesús Casal (en la parte izquierda del video) y el presentador y director de “Andalucía directo” Modesto Barragán, que se colocan ante la cámara como carboneros, encargados de recoger y preparar el carbón, que en módulos de 20 kg. y de parte del medio millón de televidentes, les han pedido a los Reyes Magos para que les traigan el día de Reyes.

Además del tono de humor, la cadena aceptó la dimisión del director de emisiones, José Luis Pereñiguez.

La forma que tuvieron de arreglarlo fue la siguiente:
1º.- Reconocer su error y que lo habían hecho mal.
2º.- Pedir perdón a todos los andaluces y sobre todo a los ciudadanos de Almería.
3º.- Recordar que en 26 años es la primera vez que se equivocaron.
4º.- Ofrecer un regalo, que será una gran sorpresa que tendrá lugar para el 28 de febrero. Lo hacen en un sobre rojo, haciendo alusión al anuncio de Navidad sobre la Lotería de Navidad, que es un impactante mensaje de comunicación emocional, del cual hablaré en mi próximo post.
5º.- Aprovechar para ofrecer la próxima retransmisión (Cabalgata de Reyes), y reconocer implícitamente que no volverá a ocurrir.
6º.- Refuerzan la comunicación emocional con sus televidentes a través de las últimas palabras escritas.
Creo que es una obra de arte, y que se debería enseñar en todas las escuelas de comunicación de todas las Universidades.
Si os ocurre otra vez, pensad en esta posibilidad, la de reconocer nuestro error, pedir disculpas y hacerlo (si es posible) riéndonos de nosotros mismos, recordando nuestra profesionalidad acreditada, pero dejando claro que no volverá a ocurrir.

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