viernes, 10 de febrero de 2012

Hablar en Público: Consejos iniciales.

“El pensamiento es la primera facultad del hombre, y el arte de expresar los pensamientos es la primera de las artes.”
Étienne Bonnot Condillac




Cuando nos situamos delante de otras personas y tenemos que hablar en público, nos sentimos como el que juega en la ruleta. Puede que todo salga bien y provoquemos el respeto y admiración del resto de la gente, o por el contrario, puede que salga mal y nuestra imagen quede deteriorada.

Por este mismo motivo, hay personas que en una conversación prefieren no abrir la boca y no expresar su opinión. Quizá pensando que su opinión es menos relevante que la de los demás, o quizá por el temor a hacer el ridículo.

En realidad, el saber hablar en público debería ser una asignatura que nuestros estudiantes pudiesen aprender en el colegio, y lo practicasen presentándose, dialogando o incluso debatiendo.

Es tan importante, que afecta directamente a nuestra vida cotidiana y a nuestro futuro profesional.

Alguien podrá pensar que no es así, pero os voy a indicar algunos de los casos que se me ocurren y los motivos para ello:
  • Los docentes y formadores: Una buena exposición de los temas en sus clases, puede mejorar la atención e incluso influir en sus alumnos haciendo que les gusten las materias impartidas. Hará amenas sus clases, y despertará en sus alumnos el deseo de estar en clase y aprender.
  • Los directivos y empresarios: Es clave saber hablar en público para ellos, porque necesitarán dirigir o participar reuniones, y seguro que participarán en diferentes negociaciones, tendrán que defender sus proyectos, sus metas, sus objetivos, justificar su desempeño. En todos estos casos, es fundamental saber exponer y defender sus ideas, y para ello necesita las habilidades y los conocimientos necesarios para hablar en público con eficacia.
  • Políticos y sindicalistas: Necesitarán presentar sus ideas, defender sus posturas y convencer para que quien les escuche, actúe. Se tratará de mover voluntades y enfocar hacia la acción. En el primer caso para que los electores les apoyen y les voten, y en el segundo caso, además de esto, para que en el caso de que sea necesario les sigan en las iniciativas que tomen, incluso con movilizaciones.
  • Cualquier persona: Tanto en su faceta personal como profesional, necesita comunicarse con los demás de una forma eficaz. Simplemente como una forma de dialogo o de trasladar una opinión, o para informar de una determinada cuestión, o para convencer de que esa opinión es la correcta, o para argumentar de la no conformidad con otra opinión. Siempre necesitaremos comunicarnos y para ello será necesario saber hablar en público, aunque ese público sea una sola persona.
Empezaremos con unos consejos básicos iniciales:
  1. El orador debe mostrarse dueño de la situación en todo momento, con autoridad no solo sobre la materia de la que hablará sino también sobre el auditorio. Para ello debe tener presencia y adoptar una posición firme y segura, ya que con esto se obtiene autoridad y se gana el respeto del público. La postura del cuerpo refleja el ánimo del orador, por lo que debe transmitir energía y vigor.
  2. Lo normal es que se nos presente, y el público aplauda. Deberemos esperar a que terminen de aplaudir, y luego aguardar entre 5 ó 10 segundos hasta que se haga el completo silencio, y en ese momento es cuando el público estará preparado para escucharnos.
  3. Nunca comiences nunca pidiendo disculpas. Ni por llegar tarde, ni porque algo no funcione, por nada. El público, que quizá no se haya dado cuenta de ello, puede llegar a pensar que no vienes suficientemente preparado, o que no has tenido la suficiente precaución, etc. Ellos no saben, ni lo que vas a decir, ni como lo vas a presentar, y si comienzas pidiendo disculpas, evaluarán el resto de tu presentación de acuerdo a esa primera impresión que les des.
  4. Aprovecha el impacto de la primera impresión. Solo vas a tener una oportunidad de conseguir esa primera impresión, así que procura que sea muy buena. Si no lo es, el resto de tu intervención y tú mismo, seréis valorados negativamente. Por el contrario, si la primera impresión es buena, se perdonará cualquier error que puedas tener.
  5. Transmite lo mejor de ti. No debes limitarte a trasladar datos, información o conocimiento, la forma en la que lo hagas es muy importante. Deben ver que eres apasionado y que sientes esa pasión por lo que les estás contando, y que lo transmites con todo tu cuerpo y con toda tu alma. Ellos lo notarán y les conmoverá.
  6. No hables solamente. Tu presentación debe ser dinámica, para que no se aburran, por lo que debes contar tus propias experiencias (no las de otros), y si es posible aporta un poco de humor, y también de sentimiento. Tienes que hablar con entusiasmo.
  7. Se humilde. Piensa que los demás saben tanto como tú, y que su conocimiento está actualizado. La arrogancia no se perdona, y la humildad se agradece. Los grandes eruditos siempre han sido personas sencillas y humildes, compórtate igual que ellos. Normalmente, cuanto más se sabe de un tema más descubres que te queda por aprender de él, así que no pienses nunca que lo sabes todo.
Bueno, pues ya tienes esas primeras pinceladas que van a configurar el cuadro de tu exposición.

El secreto siempre va a ser trabajo, trabajo y trabajo. Prepara tu presentación, practícala ante el espejo o ante otra persona y que te de su impresión, y sobre todo no te desanimes porque lo vas a hacer muy bien.

2 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo contigo. Te dejo esta entrada que incluí en mi blog hace unas semanas para complementar la parte de docentes por si puede servir...

    http://maitefinch.wordpress.com/2012/01/23/metodologia-didactica-exige-preparacion-a-los-formadores-internos-o-externos/

    Un saludo. Maite Finch

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