William Shakespeare (escritor y actor inglés, 1564-1616)
“El alma que hablar puede con los ojos, también
puede besar con la mirada.”
GustavoAdolfo Bécquer (poeta español, 1836-1870)
“Optimista es el que os mira a los ojos,
pesimista, el que os mira a los pies.”
GilbertKeith Chesterton (escritor británico,
1874-1936)Hoy acompaño tres citas sobre el contacto visual. Todas de grandes escritores, pero cada una de ellas es un pequeño trozo de sabiduría que nos está diciendo la importancia que tiene la mirada y lo que nos puede decir de una persona.
Cuando hablamos con una persona, tenemos la necesidad de mirarle a los ojos para poder establecer comunicación y poder reforzar nuestro mensaje. Yo diría que es imprescindible para poder conectar, el engancharnos a su mirada. De la misma forma que buscamos en el dial de una radio la emisora hasta que la sintonizamos, de esa misma manera buscamos en su mirada la conexión. La mirada es uno de los elementos más relevantes de la comunicación no verbal.
Recuerdo que en diciembre de 2010 se publicaron por Wikileaks
unos documentos secretos del gobierno estadounidense, en los cuales se
reflejaba como veía Washington a nuestro Gobierno de entonces. Me
llamó la atención los comentarios que hacían de nuestro ministro de Fomento,
José Blanco, y que reflejo a continuación de forma literal: “no mira a los ojos
al saludar, no es fiable y políticamente rudo”.
El no mirar a los ojos al hablar, genera desconfianza y da la sensación de ser una persona oscura y de la cual uno no se puede fiar. Pero tener también una mirada fija y sostenida provoca incomodidad y puede llegar a entenderse como una señal de amenaza.
En el lejano oriente se considera de mala educación mirar a la
otra persona mientras se conversa. Sin
embargo, los norteamericanos interpretan el contacto visual prolongado como un
signo de atracción sexual. Se trata de
una cuestión cultural, que varía según las costumbres de cada país.
Podemos leer el rostro de otra persona sin mirarle a los ojos,
pero cuando los ojos se encuentran no solo sabremos cómo se siente el otro,
sino que el otro sabrá que nosotros conocemos su estado de ánimo.
Jean-Paul Sartre dijo que el contacto visual es lo que nos
hace real y directamente conscientes de la presencia del otro como ser humano,
con conciencia e intenciones propias.
Cuando los ojos se encuentran, se nota una clase especial de entendimiento,
de ser humano a ser humano.
Establecer contacto visual o no hacerlo, puede cambiar
enteramente el sentido de una situación.
Imaginemos la diferencia entre no saludar a una persona simulando no verla,
o mirarla directamente y negarse a reconocerla, la diferencia es tremenda.
Cuando nos encontremos ante nuestro público y tengamos que
dirigirnos a ellos, es fundamental que establezcamos comunicación con ellos
mediante el contacto visual. Bastará con
que mantengamos aproximadamente unos tres segundos la mirada con cada
oyente. Podemos ir haciéndolo por grupos,
e ir cambiando la mirada de forma aleatoria.
Es conveniente que no nos olvidemos de mirar a los que se
encuentran más lejanos o en zonas con obstáculos, como columnas. Pensemos que ninguno de nuestros oyentes se
debe marchar con la sensación de que no le hemos visto, y no nos hemos dirigido
a ellos.
En cierta ocasión, uno de mis alumnos me preguntó si había
alguna forma de evitar la mirada, porque él ya se sentía muy mal siendo
observado por todos, para que además tuviera que fijar la vista en sus
ojos. Yo le respondí, que salvo que
estuviese muy cerca, en vez de mirar a los ojos podía mirar a la parte superior
de su cabeza, pues a cierta distancia será difícil para nuestro público saber
donde miramos. Esta es una solución para
casos extremos, pero aconsejo mirar a los ojos y conectar de verdad con nuestro
público.
Evite la comodidad de buscar una cara amiga, y contactar únicamente
con esa persona. El resto de nuestro
auditorio se va a sentir celoso, y va a pensar que solo se lo está contando a
esta persona.
Acompañe su mirada con una sonrisa amable, y verá que su público también le devuelve la sonrisa. Y sobre todo, no deje que nadie se vaya sin que le haya dedicado una mirada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario